La servilleta es uno de los más antiguos elementos de la mesa, su uso se conoce ya desde la época de los egipcios y es más antiguo que el tenedor. ImagÃnense que en esa era los cubiertos convencionales no existÃan y las servilletas (que eran mucho más extensas que ahora) eran indispensables para mantener limpias las manos y la boca.
En la época de los romanos, la servilleta se usaba en los grandes banquetes para que los comensales llevaran las sobras pues era considerado una descortesÃa no hacerlo.
Con el paso del tiempo la servilleta pasó a ser más pequeña pero sigue siendo un artÃculo que no puede faltar en una mesa.
Les dejo algunas consideraciones para su uso adecuado:
- La servilleta se toma de la mesa y se desdobla con delicadeza, nada de andar revoleando telas. La misma debe ser colocada sobre las piernas y si es muy grande, se puede doblar al medio.
- La servilleta no es un babero, no la coloquen por el cuello.
- Si nos levantamos de la mesa, dejamos la servilleta ligeramente arrugada al costado derecho del plato, no la doblamos como si no la hubiéramos usado.
- La servilleta es para limpiarse los labios antes o después de comer o beber, no es para limpiar cubiertos, copas, secarse el sudor o incluso sonarse la nariz (este último me resulta horrible pero pasa en las mejores familias)
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