Estaba buscando un producto verdaderamente tradicional de nuestra gastronomía y me acordé de nuestra caña. Ese destilado que algunos pocos comparan con un Escocés de 12 años y sin embargo es más similar a un Ron que otra cosa.
Como el Ron, nuestra caña proviene de la destilación de productos fermentados de la caña dulce o caña de azúcar.
La melaza o miel negra extraída del trapiche se fermenta, se agrega agua y se destila.
De ahí pasan la caña a barricas donde obtiene ese color característico.
En nuestro país, la mayor parte de la producción de caña dulce proviene de los departamentos de Cordillera, Guairá y Paraguarí.
Hay varias marcas y calidades de cañas en nuestro mercado que hoy van ganando protagonismo.
Será que vamos a encontrar el lado gourmet de la caña?
Espero que en los próximos años se puedan romper los viejos estigmas de nuestra caña y encontremos un lado más interesante.
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