A la hora de cocinar es muy importante tener en cuenta la temperatura del horno. El éxito o fracaso de nuestra comida muchas veces depende de este factor.
De 100ºC a 120ºC Temperatura muy suave. Ideal para soufflés
De 120ºC a 150ºC Temperatura suave a moderada, podemos medir introduciendo un papel al horno y luego de 5 minutos el papel se vuelve amarillo pálido. A esta temperatura generalmente se pueden cocinar bizcochos.
De 150ºC a 200ºC Temperatura moderada - media.Si seguimos midiendo la temperatura con un papel, este se vuelve amarillo en pocos segundos. La temperatura ideal para las masitas y galletitas.
De 200ºC a 250ºC Temperatura media - caliente. El papel se vuelve marrón claro. Ideal para masas quebradas.
De 250ºC a 300ºC Temperatura caliente - muy caliente. El papel se vuelve marrón oscuro y ennegrece. El horno está ideal para hojaldres.
Hay que tener en cuenta que mientras más grande sea la pieza que vamos a cocinar, más baja debe ser la temperatura del horno pues si esta está muy caliente, lo que vamos a conseguir es sellar los alimentos y cocinarlos solo por fuera mientras el interior permanece crudo.
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