La paraguayita

Antes que todo sepan disculpar la demora en los posteos, la gripe y el trabajo me lo hacen imposible.

Les voy a contar de mi experiencia en La Paraguayita, un clásico de la comida local. 

El sábado teníamos ganas de almorzar un asado, pero no asado cocinado al estilo brasileño, no soy fan de las churrasquerías. Entonces busqué en mi mapa mental si había algún lugar que sirviera asado medio criollo y creo que lo único que existe es este lugar. 

La Paraguayita es un lugar que tiene mucha historia en las noches asuncenas, lugar de refugio de enemigos de Stroessner y de sus amigos también (es que no había mucho que elegir en esas épocas). De criatura visitaba con frecuencia el lugar y de adulto fui unas cuantas veces, como siempre a pasar buen rato. 

Llegamos a La Paraguayita cerca ya de las catorce y no había lugar, pedimos que nos preparen una mesa en el patio (el día estaba hermoso) pedimos una parrilla completa con la carne más "cruda" que tengan (en Paraguay acostumbramos matar a la vaca por lo menos dos veces) para dos personas, una porción de sopa paraguaya y una rusa. 

Luego de mucho esperar llego nuestra parrilla, bastante cargada de costillas, algunas fetas de tapa o algún corte similar, buena porción de chinchulines, tripa gorda y un cerdito escondido (lo mejor de la parrilla junto con los chinchulines y la tripa gorda)

Como soy fanático de las churas, fui de entrada a ese sector. No comía chinchulines desde hacía por lo menos un año y debo confesar que los extrañaba. Estaban muy buenos, casi espectaculares.  Le llegó el turno a la costilla y no les miento que fue la peor costilla que comí en mi vida, seca, gusto plástico. Creo que mi amigo Patricio hace las mejores costillas a la parrilla del planeta y me mal acostumbre. 

La carne (me refiero al corte de tapa), aunque muy cocida para mi gusto, estaba buena, muy finita, pero buena. Será que el precio de la carne influye en estas ocasiones? Y el cerdito... El cerdito es una de las siete maravillas gastronómicas del mundo. Este cerdito estaba bueno, no era maravilloso pero repito, junto con los chinchulines y la tripa gorda, el cerdito llevó los premios. 

Me parece a mí que a la parrilla completa deberían agregarle unas morcillas y por lo menos un par de mollejas, pero ese es un gusto personal. Otro aspecto a mejorar es la presentación de la carta. Quizás deberían preparar un formato distinto, algo más moderno que no nos remonte a los premios obtenidos por el restaurante allá en los 70's y 80's.

El costo de una parrilla para dos personas es de Gs. 90 mil (aprox USD 18,00) y en este caso me pareció caro. Caro por la experiencia. Mala atención, mucha demora, la carne estaba muy pasada etc etc etc. 

Me pregunto yo, será que estos lugares "clásicos" sobreviven de la venta de recuerdos? recuerdos de tiempos mejores, juventud, lucha o algo así? Un restaurante con la atención y calidad de comida de ese lugar hoy (me refiero a un boliche recién abierto) no tendría cabida en el mercado asunceno.

Digo lo mismo que comenté hace un tiempo del Bar San Miguel, La Paraguayita (para mi) es un lugar que vende recuerdos de una linda historia. Precios altos para el nivel de comida, servicio y confort que uno espera de una parrilla con mas de 30 años de experiencia.

Si quieren ir, La Paraguayita está sobre Brasilia casi Siria

Tel: 204-497