20 julio, 2016

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Narciso - El nuevo ejecutivo del barrio

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NarcisoAl principio crei que el nombre del lugar tenía algo que ver con el narcisismo (les soy sincero) cuando vi la dirección cambio un poco mi percepción. Narciso es el nuevo emprendimiento de Pipo Dios y Beto Alvarez (Almacén del Plata y Sin Reservas respectivamente) y está ubicado en Las Lomas Casa Hotel sobre Narciso R. Colmán 1909

Llegamos a Narciso un poco pasadas las 13:00 para probar el menú ejecutivo del que tanto leí en redes sociales. Lindo lugar, ambiente cálido, complemento ideal del hermoso hotel Las Lomas. 

Recibimos la carta, escueta pero contundente, bien confeccionada. Elegimos un medallones de lomito a la pimienta y oporto, con unas papas rústicas y un lomito a la mostaza con arroz. La pregunta del millón que estaba esperando fue como quería el punto de la carne y yo como siempre la pedí sangrante.

Ojo que el tema del punto de la carne es un palito que casi todos los locales pisan. Hay una descoordinación terrible entre el servicio y la cocina, problema que luego me di cuenta, Narciso gracias a Dios no tiene. 

Almuerzo tranquilo y ameno, como debe ser, como me gusta a mi por lo menos. Los precios de los platos no superan los Gs 35 mil (menos de USD 10,00 al tipo de cambio del día) y la comida es excelente. 

Buen lugar para almorzar. Esta en el nuevo centro de Asunción y espero de todo corazón tener que llamar a pedir reservas en corto tiempo. Me queda pendiente probar el servicio de cena. Esta vez con mejor compañía 

Exitos totales. 

Narciso Bistro. 
Narciso R. Colman 1909 (Las Lomas Casa Hotel) 
Tel. 021 621700

11 julio, 2016

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La Fábrica Restó - El mejor Buffet de Asunción

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LAFABRICANo soy fan de los buffet porque me parecen muy cargados, en general comida mal cocinada y de presentación poco agradable (por lo menos para mí) pero después de mi visita a La Fábrica Restó hay un antes y un después. 

La Fábrica es el restaurant donde el Chef Pedro Cáceres (para mí uno de los grandes cocineros de este país) hace magia y está ubicado en el Complejo Textilia sobre la calle Gral. Santos. Un local pequeño, tirando a mediano, muy coqueto, agradable y tranquilo. 

Fuimos en familia a comer el domingo, previa reserva y quedamos todos encantados con la comida y la atención. 

La variedad de comidas que tiene el lugar es fascinante, muchas ensaladas, mucho verde. Comida fresca, bien elaborada, bien cuidada y sazón justa. Se nota el esmero en la selección de los ingredientes. 

Julia y yo arrancamos con un cebiche de tilapia, unos bocados de remolacha, queso camambert y cebollas caramelizadas y finalmente unas tarteletitas de aceitunas negras, albahaca y tomates cherry.  La remolacha con el queso y las cebollas caramelizadas fueron lo mejor de esta trilogía de entradas. Que buena combinación!
fabricabuffet

Ensalada de mango, milanesas de tilapia con pepino y pajagua mascada fueron parte del segundo plato y mi plato principal fue un lujo total. Lomo de cordero, batatas asadas con crema de queso azul y un poco de cous-cous. 

La presentación de la mesa es impecable, ensaladas de diversos tipos, muy originales y sabrosas y por sobre todo bien puestas invitan a probar delicias no habituales a nuestro paladar pero la vez con ingredientes tan comunes.

Quedaron demasiados sabores por probar, deje de lado el cerdo, la tapa cuadril y el dorado que a gritos pedía saltar a mi plato.  

La Fábrica es un lugar para visitar una y mil veces. Se fabrican experiencias y espacio para compartir con los que uno más quiere. 

Abren de día y cobran (al menos los domingos) Gs 85 mil por persona (menos de USD 20,00 al tipo de cambio del día) 

Vayan con previa reserva, no se van a arrepentir. 

Dirección: Complejo Textilia. Gral Santos y Concordia
Tel: 327-4943

04 julio, 2016

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El abuso del gourmet

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gourmetYa en otras ocasiones escribí sobre el abuso de la palabra gourmet y sobre el significado del termino gourmet. Hoy quiero reflexionar un poco más sobre sobre el tema.

Cada día que pasa estoy más convencido que una comida "gourmet" pasa más por el respeto que el cocinero le da al producto que el producto en si, el caviar, el aceite de trufas, los camarones, ningún ingrediente caro, hace gourmet a una comida. 


Un ejemplo muy común en Asunción se da con locales de comida "informal"  específicamente en las pizzerías. Nos presentan esta italiana temperamental y potencialmente explosiva, pero he ahí el problema, no puede ser llamada gourmet si nuestro cocinero revienta los camarones en el horno, no presta atención a su salsa y la masa sale quemada, así como si es acompañada con caviar (más aún el que se vende en los supermercados de Asunción) que solo sirve para hacer más caro el plato que nos sirven. 

En nuestros tiempos, el packaging es mas importante que el producto, la cantidad de conservantes que tienen nuestras comidas es absurda y nosotros caemos como tontos, e importamos modas ridículas que solo sirven para hacernos un poco más snob.  

El ¨saber hacer¨ de nuestras abuelas se esta perdiendo, porque el término gourmet hace que el precio del producto que estamos comprando se eleve en un 30% como mínimo.


Como contrapartida, los propietarios de locales gastronómicos exitosos se dan cuenta de esto y ofrecen comida simple, bien trabajada y con ingredientes de primera que no siempre son los mas caros. 


A nuestra comida le falta más filosofía. Faltan más cocineros como el compatriota Ignacio Fontclara que rescata el valor familiar de la gastronomía (si les interesa les dejo una nota interesantísima que le hicieron hace unas semanas en diario La Nación), la cocina de la abuela y los ingredientes locales que nos hacen ser quien somos. 


Insisto una vez más en que falta más respeto a la materia prima. 


Para terminar. Estaba leyendo un artículo de la revista HOLA y me encontré con esta reflexión que da la definición exacta de lo que quiero decir, y transcribo: 


¨Un símil interesante para concluír estas reflexiones puede ser el de una señora que al salir de casa decide parecer un árbol de navidad y lucir  todas sus joyas, esta señora resultará vulgar y chabacana frente a otra que, con clase, seleccionará lo discreto y adecuado. Esto es ser Gourmet: saber medir y sopesar cada aspecto de nuestras vidas, en especial lo que nos alimenta.¨