Ya en otras ocasiones escribà sobre el abuso de la palabra gourmet y sobre el significado del termino gourmet. Hoy quiero reflexionar un poco más sobre sobre el tema.
Cada dÃa que pasa estoy más convencido que una comida "gourmet" pasa más por el respeto que el cocinero le da al producto que el producto en si, el caviar, el aceite de trufas, los camarones, ningún ingrediente caro, hace gourmet a una comida.
Un ejemplo muy común en Asunción se da con locales de comida "informal" especÃficamente en las pizzerÃas. Nos presentan esta italiana temperamental y potencialmente explosiva, pero he ahà el problema, no puede ser llamada gourmet si nuestro cocinero revienta los camarones en el horno, no presta atención a su salsa y la masa sale quemada, asà como si es acompañada con caviar (más aún el que se vende en los supermercados de Asunción) que solo sirve para hacer más caro el plato que nos sirven.
En nuestros tiempos, el packaging es mas importante que el producto, la cantidad de conservantes que tienen nuestras comidas es absurda y nosotros caemos como tontos, e importamos modas ridÃculas que solo sirven para hacernos un poco más snob.
El ¨saber hacer¨ de nuestras abuelas se esta perdiendo, porque el término gourmet hace que el precio del producto que estamos comprando se eleve en un 30% como mÃnimo.
Como contrapartida, los propietarios de locales gastronómicos exitosos se dan cuenta de esto y ofrecen comida simple, bien trabajada y con ingredientes de primera que no siempre son los mas caros.
A nuestra comida le falta más filosofÃa. Faltan más cocineros como el compatriota Ignacio Fontclara que rescata el valor familiar de la gastronomÃa (si les interesa les dejo una nota interesantÃsima que le hicieron hace unas semanas en diario La Nación), la cocina de la abuela y los ingredientes locales que nos hacen ser quien somos.
Insisto una vez más en que falta más respeto a la materia prima.
Para terminar. Estaba leyendo un artÃculo de la revista HOLA y me encontré con esta reflexión que da la definición exacta de lo que quiero decir, y transcribo:
¨Un sÃmil interesante para concluÃr estas reflexiones puede ser el de una señora que al salir de casa decide parecer un árbol de navidad y lucir todas sus joyas, esta señora resultará vulgar y chabacana frente a otra que, con clase, seleccionará lo discreto y adecuado. Esto es ser Gourmet: saber medir y sopesar cada aspecto de nuestras vidas, en especial lo que nos alimenta.¨
04 julio, 2016
El abuso del gourmet
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