El verano tiene el problema de que casi todo puede caer pesado, es difícil saber que cocinar y mucho más los fines de semana.
La tilapia es un pescado que se consigue todo el año y por eso lo uso bastante y la rúcula tiene ese sabor bastante fuerte, algo metálico que para mi contrasta perfecto con el pescado.
Esta vez estaba solo y me dieron antojos de un sándwich. Liviano, fresco y con poco trabajo.
Esta es la receta para una persona de buen comer:
3 filetes de tilapia
1 ajo
1 mazo de rúcula
1 tomate
Aceite de oliva
sal y pepe
limón
mayonesa, mostaza
Un poquito de harina.
1 mini baguette
Parece mucho pero es tan fácil como hablar o escribir.
Primero pasan los filetes de tilapia por harina (para que no se pegue en la sartén) y reservan.
Cortan la baguette al medio y colocan mayonesa y luego la mostaza (si pueden usen la dijon y van a ver lo que es llegar al cielo)
Colocan primero la rúcula, luego los tomates y reservan.
En una sartén caliente, colocan un chorro generoso de aceite de oliva y luego un ajo machacado con piel y todo, esto es para agregar un poco más de sabor (si no les gusta el ajo no le ponen, de todas maneras el sabor del ajo no es muy invasivo si usan de esta forma)
Sellan bien la tilapia y la harina hace que no se pegue y que se forme esa costra para que croque (este proceso es muy rápido, recuerden que la tilapia es muy fina y no lleva casi nada de tiempo)
Antes de colocar los filets grillados sobre el pan, le agregan un poquito de limón, sal y pepe.
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