Cada ciudad tiene sus características, sus colores y sus aromas. Asunción no es la excepción a la regla.
Cada uno tiene su percepción y sus recuerdos olfativos todos muy particulares, en mi caso mis recuerdos no asocian Asunción con jazmines y azahares como dicen las canciones.
Entre los olores que sí son Asunción para mí esta el del pan recién salido de la panadería La Negrtita sobre O'Leary, o el del café recién molido en la esquina de Eligio Ayala y Constitución.
Otros recuerdos con aroma siguen con el de fritura y pirá caldo del Lido Bar sobre Palma, el choclo desgranado frente al mercado Nº 2 sobre jose Bergues o el de la chipa con cocido humeante sobre Palma. Ni que decir el de los mangos caidos en cualquier barrio de Asunción o del poha roysa recien machucado en las plazas del microcentro.
Por las noches, Asunción cambia sus colores y se convierte en una gigante parrillada. Para bien o para mal en varias esquinas se pueden ver las parrilas funcionando. De entre estas parrilladas La Paraguayita esta entre las más tradicionales.
Y asi cada ciudad con sus cosas. Hoy Asunción esta evolucionando, cambiando de colores y olores. La chipa ya es corporativa y el poha roysa (remedio yuyo) está por saltar del mortero a la pastilla. Muchos de esos recuerdos van a quedar ahí como recuerdos.
Seguro ustedes tienen sus propios recuerdos y definitivamente me olvido de muchos.
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